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Biografía

Oriunda de Caracas, Venezuela, Diora canta sobre tempestades que se disipan con un aliento, el aire que regresa, el tiempo sin apuro y el cuerpo que consuela el dolor.  Es una artista que es como esos viajeros que anotan con atención la vivencia del viaje. Sabe guardar lo que experimenta en el camino para que el registro quede en los acordes que subrayan su canto.

Desde la infancia se pregunta qué hacemos acá, y esas cavilaciones forman parte constante de su pensamiento. Una artista con una pasión juvenil por el rock. Tiempos de Spinetta y Cerati, pero en ese trayecto del arte que es infinito, también ha indagado en otras expresiones como el merengue venezolano. Por eso puede tocar con influencias de chacarera para caer sin limitaciones en la impronta del funk. Es una exploradora de la música. Por eso también en sus referencias están Silvia Pérez Cruz, Roberta Sá y Salvador Sobral. Su diario es oro que apenas empieza a sumar valor. Una viajera que amplía el mapa de su arte. 

En 2024 estrenó Delirio en sol, su ópera prima. Una obra que reúne todas esas interrogantes y reflexiones, canciones que se alimentan de la fuerza del rock, pero que también presta ampliamente su espacio a otras inquietudes. De hecho, es la mandolina el instrumento que más resalta. Se nota la facilidad de ir a las emociones bajas, más no pesimistas, pero sí en torno a la tristeza. Claro está que apunta a la luz para darle la vuelta a la melancolía.

Ha estudiado composición con la cantante Andrea Paola y el mandolinista Jorge Torres. Pasó por los salones de la Escuela Contemporánea de la Voz, donde profundizó en los géneros tradicionales y latinoamericanos. También estudió con el maestro Aquiles Báez. 

No deja atrás la alegría por las palabras del compositor Álvaro Cordero, quien le dijo que en Delirio en sol se nota que está en la búsqueda. Entonces, ese debe ser el fin. En un mundo tan atravesado por la imagen, por lo que funciona, por lo que deslumbra efímeramente, Diora mantiene esa brújula. Es la autora de una música que puede ser por momentos extraña, pero a la vez cercana. Es el resultado de su paso por una ciudad que es muchos sonidos a la vez, expresiones que están por encima de lo cotidiano. 

[Texto: Humberto Sánchez Amaya. Fotos: Silvio Loreto]